El hipo del bebé recién nacido
¿Has oído alguna vez el sonido que desprende un patito de goma cuando se aprieta? ¿Sí? Pues ese mismo ruido es el que parece que hacen los recién nacidos cuando tienen hipo, que suele producirse a diario e incluso más de una vez al día. Y esto lo que hace es que muchos padres se preocupen, porque piensan que eso causa dolor a sus pequeños.
En ese caso, lo primero que hay que tener claro es que el hipo no provoca daño de ningún tipo. Asimismo deben saber que es muy habitual que aparezca durante las primeras semanas de vida del menor y que, por tanto, no deben perder la calma.
En concreto, para poder mantener la tranquilidad ante esa situación, nada mejor que conocer a fondo la misma, cuáles son las causas que la provocan o qué medidas tomar para ponerle fin. Y todo eso es lo que te contamos a continuación desde BabyAffinity.
¿Qué es?
El hipo podemos decir que se trata de una contracción totalmente involuntaria, constante e incluso “violenta” de lo que es el músculo que tiene la misión de separar el abdomen de los pulmones, es decir, del diafragma. Ese movimiento trae consigo además que las cuerdas vocales se cierren y que, por tanto, el niño emita un sonido muy peculiar, que viene a ser algo así como un “hip, hip”.
¿Qué provoca el hipo en los bebés?
Por regla general, podemos decir que el hipo se produce por dos causas fundamentales:
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La entrada excesiva de aire al organismo del pequeño cuando está tomando el pecho o el biberón, debido a que se ha alimentado con mucha ansia porque tenía hambre.
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La falta de madurez del sistema nervioso del menor.
¿Cómo se puede cortar el hipo?
El citado “hip hip”, el movimiento “compulsivo” del bebé e incluso el llanto que pueda tener son razones que preocupan a los padres ante la situación. Esos elementos, unidos a la idea de que su hijo está sufriendo algún dolor, cosa que no es cierta, son los que llevan a los adultos a intentar buscar todo tipo de remedios y trucos para ponerle fin al hipo.
En concreto, se encontrarán con una gran variedad de medidas para conseguir ese propósito:
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Ponerle el chupete es una de las acciones más efectivas para acabar con el hipo, ya que al succionar la tetina lo que hará es que el aire que le provocaba el mismo se vaya rápidamente.
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En el caso de que aparezca cuando aún está comiendo, es necesario cambiarle de postura y optar porque, en primer lugar, proceda a expulsar los gases que tiene.
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Otra de las medidas que se puede tomar al respecto es la de colocarle tumbado sobre su lado derecho, ya sea en la cama o incluso en su cuna.
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De la misma manera, también se puede optar por darle unas cucharadas de agua.
Estos son los métodos más útiles que existen para conseguir que el bebé deje de tener hipo. No obstante, no podemos pasar por alto que hay otros trucos nada científicos que han pasado de generación en generación y que aún se siguen manteniendo. Exactamente uno de los remedios caseros más extendidos es el de colocarle al niño en la frente una motita de lana. Sí, como lo estás leyendo, muchas son las abuelas y madres que optan por este remedio, que funciona en multitud de casos, aunque no sabemos si es porque realmente es efectivo o simplemente porque esa contracción del diafragma acaba por sí sola.
¿Cómo prevenir el hipo?
Además de todo lo expuesto, es importante que los padres tengan claro que no sólo deben saber qué es el hipo o cómo pueden ponerle fin, sino también que hay una serie de medidas que pueden llevar a cabo para evitar que este aparezca. Entre las más efectivas y útiles al respecto, tendríamos que destacar las siguientes:
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Es fundamental que a la hora de que el niño coma nunca debe permitirse que lo haga con ansía porque, como ya hemos mencionado anteriormente, eso es lo que provoca que tome mucho aire. De ahí que sea recomendable que tenga más tomas.
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De la misma manera, es necesario que, después de comer, se le mantenga un rato en posición vertical para que así pueda expulsar los gases más fácilmente. Ni que decir tiene, por tanto, que está prohibido acostarle nada más terminar de tomar su leche.
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El frío se considera también que es un causante del hipo, por lo que debe evitarse que el niño lo tenga. Por eso, a la hora de salir a la calle en los meses de bajas temperaturas hay que abrigarlo correctamente, sin excederse eso sí, y cuando se le cambie de ropa o pañales es necesario hacerlo en una habitación cálida.